Un problema, para este caso, se define como un vacío entre lo que es deseado por una comunidad particular y lo que verdaderamente existe a nivel tecnológico. Identificar con claridad ese vacío permite entender muy bien las expectativas y deseos de los beneficiarios. Por tratarse de una solución a través de una política pública, es necesario realizar consultas participativas. Es decir, es necesario apoyarse en participación de eventos, encuestas colectivas, convocatorias o discusiones de documentos para la construcción colectiva. Actualmente, es posible realizar consultas masivas a través del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Con la información arrojada en el paso anterior, se debe enfocar al beneficiario en el centro del diseño, pues la solución debe dar una respuesta efectiva al planteamiento identificado como problemático. Conocer las necesidades e intereses de los beneficiarios alrededor de la situación problemática es fundamental para la construcción de soluciones efectivas. Se debe, igualmente, analizar a quiénes afecta de manera positiva y negativa para tomar decisiones a propósito de la implementación de la solución o el cambio de la misma.
Las partes interesadas son los grupos de valor, tanto personas como instituciones, con los que se hace necesario trabajar para facilitar el funcionamiento de la política digital que se pretende implementar. Son todos aquellos quienes tienen una afectación directa o indirecta, positiva o negativa de las normas, regulaciones o decisiones que se toman para resolver una problemática. Un análisis de este tipo es fundamental para el éxito de la iniciativa.
Se requiere un análisis de los temas sociales y culturales en juego. Para esto, es adecuado realizar una revisión de estrategias similares en otras disciplinas, lugares o países. En los temas encontrados, se deben revisar los componentes relevantes que se han puesto en marcha para mitigar el problema. Es válido revisar si se han generado efectos secundarios en la comunidad identificada e intentar abordarlos en la nueva propuesta.
También es necesario mapear a las personas o las instituciones de las cuales se requiere apoyo para alcanzar el objetivo previsto. Se trata de listar los aliados que facilitarán la adopción de la nueva medida o solución. Es favorable ubicar aquellas instituciones tanto públicas, como privadas que pueden estar involucradas en la implementación de la solución a la problemática identificada.
Una vez se tienen los análisis planteados anteriormente, es posible generar alternativas de alianzas, recursos claves y actividades clave simbolizan la cadena de valor necesaria para proveer una solución eficiente a la problemática identificada. Se requiere llegar a una conclusión de implementación plausible, a través del uso de herramientas regulatorias o políticas públicas que permitan una solución.
Se trata de determinar si existe un presupuesto disponible para trabajar en la solución o si se requiere conseguirlo. En el sector público colombiano se debe considerar las anualidades y la generación de proyectos bajo las directrices las políticas de gobierno en los planes de desarrollo para que sea posible su implementación. Igualmente, es necesario establecer los riesgos asociados al desarrollo y cuánto tiempo se requiere para el establecimiento de la solución.
Es importante definir los lapsos en los que se realizará la implementación, dependiendo de lo establecido en la agenda de gobierno o institucional. Estos pueden ser fases o etapas que se surten de acuerdo con las posibilidades indicadas en la planeación gubernamental, con las actividades necesarias y con los plazos previstos para la puesta en marcha del proyecto.
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